Los campings navarros cumplen con las disposiciones establecidas en el Decreto foral vigente en cuanto a instalaciones y servicios, según constata un plan de inspección en campings navarros, realizado por el Gobierno de Navarra a través de la dirección General de Turismo y Comercio.
Todos ellos satisfacen las normas de seguridad y evacuación mediante los viales internos del camping y todos presentan la proporción exigida en lo relativo a las instalaciones higiénicas por plaza de alojamiento, según el informe realizado con el fin de conocer la adaptación de estas infraestructuras a la legislación de 2009 en los tres años de plazo que proponía la normativa.
Al respeto indica que lo mismo puede decirse en lo relativo a los porcentajes exigidos, del 50 % de la superficie del campamento destinado para el alojamiento en prefabricados de madera o similares, tipo bungaló, como las medidas para la zona de acampada, incluidos los elementos o instalaciones a su servicio, que no podrá superar el 75 % de la superficie total del campamento.
También se ha inspeccionado las condiciones de las instalaciones destinadas al alojamiento en habitaciones múltiples, que en todos los casos cumplen con los preceptos de seguridad y habitabilidad.
En todos los casos se han dotado de reglamento de régimen interno, poseen hojas de reclamación para los clientes y las facturas se entregan en documento con membrete correspondiente al establecimiento de que se trate.
Según el Ejecutivo un aspecto fundamental inspeccionado "rigurosamente" es el de la adaptación de servicios e infraestructuras para personas con discapacidad y en este sentido se observa que la mayoría ya cumplen, pero se ha exigido "con rigor su total adaptación".
De acuerdo con el informe, la mayoría responden a una estructura estandarizada en lo relativo a sus instalaciones y servicios, y su adaptación al decreto foral no ha implicado grandes dificultades.
Sin embargo, existen determinados campings cuya estructura y ubicación orográfica hacen imposible la adaptación. No incumplen normas de higiene y seguridad, pero los viales, las parcelas, la delimitación de éstas dependen más de las condiciones orográficas y paisajísticas que de otros factores.
En este sentido alude a los de Ariztigain en Sunbilla, Asolaze en Isaba, Iskibi en Goizueta, Murkuzuria en Esparza de Salazar, Osate en Ochagavía, Urrutea en Garde, que responden a una tipología de camping de montaña, de pequeña capacidad de plazas y ubicado en un entorno paisajístico y de la naturaleza que impide la adecuación expresa al decreto por ser zonas protegidas o de difícil intervención.
En cuanto a la diversidad en la gestión afirma que existe clara diferencia entre los de propiedad municipal, cuyos propietarios arriendan su gestión a una empresa o particular por un tiempo determinado (una media de veinte años), y los de propiedad privada. Existe una clara diferencia en lo que respecta al cuidado e inversiones, a favor de los segundos.
Del perfil de los campistas indica que está cambiando notablemente. Se considera que el camping es un lugar de estancia temporal, cada día más prolongada, de clientes que repiten temporada tras temporada y que buscan comodidad, tranquilidad y buenos servicios. Los campistas ocasionales tienden a disminuir.
Por otra parte, mientras que la tienda de campaña tradicional y el campista ocasional apenas demandaban los servicios, los nuevos campistas llegan con mayores demandas y piden servicios de calidad.
De acuerdo con el informe, deben homogeneizar la diversidad de alojamientos que ofrecen y desterrar la arbitraria disposición de elementos muebles por parte de los campistas.
Asimismo, se ha de aumentar el número de bungalós o "mobil homes" por ser la tipología de alojamiento más demandada, lo que requiere gran inversión por parte de los establecimientos. También se ven abocados a mejorar los servicios, y acomodarlos a los nuevos tiempos con nuevos materiales y moderna disposición, además de adaptarlos a la normativa vigente.
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